Islamophobia in Spain : national report 2021

Abstract

During the 2021 COVID-19 pandemic, hate crimes have increased around those perceived as different, signalled out and used as scapegoats, most frequently through social media. This discourse has been amplified and legitimised by the growing far-right movement, which has used immigration as a catalyst to exacerbate societal polarisation and hate. Immigrants have been portrayed as stealing work opportunities or carrying diseases. Consequently, there have been repeated appeals for the closure of borders, the “selection” of immigrants, and the tightening of conditions to access full citizenship. Far-right groups have exploited this Islamophobic environment and channelled it into a securitised discourse, cashing in on a security threat to our rights and freedoms, which strongly draws on the anti-Islam sentiment existent in Spain since the 1990s. Exposed to such fearmongering arguments, Spanish society has increasingly hindered and discriminated against Muslim-presenting or non-Caucasian looking individuals. Discrimination occurs from partaking normally in the labour market to access to housing or the creation of places of worship.

La llegada de la pandemia no hizo sino acrecentar durante 2021 los delitos de odio en torno al diferente, utilizando y señalando a este como chivo expiatorio, y para ello, el principal medio de difusión fueron las redes sociales debido al confinamiento. Este discurso ha sido potenciado y legitimado por el creciente movimiento ultraderechista que ha utilizado a la inmigración como catalizador para sacar lo peor de la sociedad, donde se han dedicado a vender que los inmigrantes roban el trabajo o traen enfermedades, y donde han apelado de forma reiterada al cierre de fronteras, a la “selección” de inmigrantes y al endurecimiento de las condiciones para acceder a la plena ciudadanía. La extrema derecha ha explotado la islamofobia creando en torno a ella un discurso securitario y del miedo, vendiendo una supuesta amenaza de nuestros privilegios, y recuperando para ello el discurso anti islámico que campa por nuestro país desde los años 90. Ante este discurso del miedo, la sociedad se ha llenado de trabas para toda persona que no reúna los estándares físicos de las sociedades occidentales, donde hay una discriminación generalizada en el acceso al trabajo, a la vivienda o en la instalación de lugares de culto. Debido a todo esto, durante 2021 tuvieron lugar más de 300 bulos sobre migrantes, refugiados y minorías religiosas en forma de cadenas de WhatsApp, audios, fotos o videos con el único fin de crear odio.